Táctica y Estrategia en Depilación Láser

Si tuviera que resumir mi experiencia con la relación entre los vellos y la depilación láser en estrofas, citaría el poema “Táctica y Estrategia” de Mario Benedetti:

“Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

[…]

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.”

Por más cursi que suene, ¡no hay mejor forma de ponerlo! A lo largo de los años como técnica de láser de Aba, he realizado depilación a un sinnúmero de personas. Eso equivale a tratar un sinfín de cuerpos, áreas, vellos y, por ende, resultados. Las motivaciones y el por qué detrás de cada caso han y serán incomparables. Van desde autocuidado, vellos enterrados, higiene, satisfacción personal, simplificarse la vida, regalo de cumpleaños, bodas, divorcios, resolución de año nuevo y tantas más.

Antes de esa primera sesión del Tratamiento Inicial, converso con la persona, escucho su sentir y sus expectativas; evalúo su piel, el grosor de sus vellos y me preparo para comenzar. La magia detrás del láser es que, tan pronto como en la primera cita, los cambios son drásticos. Más allá de cuántas sesiones requiera cada persona, la norma es que, a medida que pasan las citas, se reducen considerablemente los vellos y aumentan aún más las sonrisas. Perdí la cuenta de las veces que he escuchado “¡Lo necesitaba!” y ¡Esto es lo mejor que he hecho por mí en la vida!… y al final del día, de eso se trata.

Sinceramente,