Los candidatos ideales son adultos con sobrepeso u obesidad, que no están embarazadas ni lactando.
Los medicamentos GLP-1 imitan la acción de la hormona GLP-1, que regula el azúcar en la sangre, el apetito y la digestión. Los medicamentos GLP-1 ayudan al cuerpo a producir más insulina, reducir la cantidad de azúcar que produce el hígado y dilatar el proceso de la digestión. También reducen el apetito y retrasan el vaciado del estómago, lo que puede ayudar a perder peso.