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conseguir en nuestras redes
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No sé tú, pero ya estoy organizando mi to-do list para aprovechar este próximo fin de semana al máximo. Además de pasear y descansar, no me gustaría perder la costumbre de, de vez en cuando, hacer una limpieza profunda para botar todo lo que no necesito en mi vida. Si fuese Marie Kondo (si no sabes quién es, búscala ahora en Netflix) diría: “para botar todo eso que no trae alegría a mi corazón”.
Aunque nuestra habitación es el lugar sagrado y de mucha paz, nuestros baños deberían ser también un lugar sumamente importante en nuestro hogar. Y del baño, la ducha es ese rincón donde nos mimamos, nos despojamos, lloramos y nos renovamos. Cuando llega el momento de limpiar ese espacio nuestro y dejarlo impecable, es indispensable que seamos desapegadas y realistas con lo que debe estar allí. ¿Ese aftershave viejo que te reseca la piel? Bótalo. ¿La crema depiladora con mal olor? Bótala. Las navajas que ni te acuerdas de cuándo son y siempre te provocan salpullido… ¡BÓTALAS!
Si bien puedes cambiar de shampoo y acondicionador cuando gustes, la única solución verdadera al dilema que enfrentas a la hora de afeitarte es la depilación láser.