Esta es la pregunta cuya respuesta muchos saben y pocos quieren recordar. ¡Hagamos un resumen! En Aba, los tratamientos de depilación láser se dividen en dos etapas: Tratamiento Inicial y etapa de Retoques. En la primera etapa, experimentarás la reducción permanente de vellos en el área tratada. El vello crece por etapas, y en cada sesión, nosotras —con el equipo de láser que combina frío y calor— vamos atacando el folículo de esos nuevos vellos que crecen hasta lograr reducir el crecimiento de estos. En muchas ocasiones el vello desaparece por completo; en otras, aún quedan rastros de unos cuantos vellos.

En la segunda etapa, la etapa de Retoques, se atienden los vellos que sobreviven. Estos son vellos finos y débiles que insisten en salir por naturaleza. Esta etapa es sumamente variable y es atendida en cada cliente de manera diferente. Hay clientes que con dos sesiones en esta etapa están satisfechos, y hay otros que continúan varias sesiones hasta que, el no ver un solo vello, queden felices.

Cambia esa cara

¡No es el fin del mundo! No hay nada más satisfactorio en Aba que ver que los clientes regresan porque el tratamiento funciona y no hay vuelta atrás. Solo te queda crear consistencia porque se trata de un proceso. Los seres humanos somos diferentes, y nuestro color de piel y de vellos nos distingue. En la pubertad, muchos de los folículos se engruesan y se alargan, lo que significa que cada cuerpo desarrolla un patrón diferente de vellosidad. La cantidad de Retoques no la decide Aba ni tú: lo decide tu vello. Se trata de paciencia y seguir las direcciones de tu técnica de láser.

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Antes de renunciar a la consistencia, pregúntate: ¿por qué comencé la depilación láser?